Cómo tomar la iniciativa de manera eficaz

Siempre he pensado -y es algo que intento recordarme a mí mismo todos los días- que [piopialo]para comprobar si una idea es buena o mala, hay que pasar a la acción[/piopialo]. La inacción nos lleva a estancarnos y a no aprovechar el hipotético potencial de un sin fin de ideas que podrían llevarnos a resultados óptimos –y en ocasiones- sorprendentes. La iniciativa juega un papel fundamental -sino imprescindible- a la hora de innovar, y hoy en día esto es un elemento diferenciador clave

Una de las características básicas que debe ser inherente a un buen líder es la capacidad de tomar la iniciativa, ya sea a nivel individual como grupal. Un líder que no es capaz de pasar a la acción, y que a su vez no es capaz de contagiar a su equipo de este espíritu de “movilización” por llevar a cabo el desarrollo de ideas o proyectos, no puede tener pretensiones de conseguir buenos resultados (¡y mucho menos de innovar!).

Al analizar los perfiles y características de líderes que resultan ser grandes iniciadores y que promueven e incentivan la acción, encontramos 3 características o factores comunes en ellos que destacan por encima del resto: la responsabilidad, la capacidad de decisión y la comprensión del riesgo.

A continuación, profundizaré en cada concepto individualmente para que tú, el lector, puedas extraer consejos y tus propias lecciones para implementarlas en tu faceta de líder. Estoy seguro de que te será útil.

  LA RESPONSABILIDAD  


Asumir responsabilidades, y por extensión asumir errores cometidos, es por norma general poco común entre los trabajadores de una organización.

Cuando los directores de alguna empresa culpan de sus propios errores a la economía, a la poca colaboración por parte del grupo de trabajo, a la falta de tiempo, o a cualquier otra situación, están evitando asumir responsabilidades al mismo tiempo que intentan proteger su imagen. Esta actuación y actitud tiene como consecuencia la reacción negativa de los compañeros y trabajadores de la empresa.

Y es que… [piopialo]Lo contrario de aceptar responsabilidades es señalar con el dedo[/piopialo]. Cuando esto se convierte en la reacción más común dentro de una organización, la cultura pasa a ser disfuncional. Esto, sin duda, bloquea y pone muchas trabas a cualquier intento de iniciar algo, ya sea por el líder como por el trabajador. Cuando los líderes dan ejemplo asumiendo responsabilidades y errores, los demás se contagian de este espíritu y se animan a hacerlo también con más frecuencia.iniciativa

  LA CAPACIDAD DE DECISIÓN


Cuando hablamos de la toma de decisiones solemos tener la mentalidad de entender la decisión solamente como “ir a por ello”, y es que en esta habilidad –la de ser iniciador- juega un gran papel la importancia de la rapidez: el tiempo que se pasa de tener una idea hasta que esta se inicia o se lleva a cabo. [piopialo]Hay una gran correlación entre actuar con rapidez y ser apreciado como alguien que toma iniciativas.[/piopialo]

Tener una tendencia a actuar con gran rapidez es, sin lugar a dudas, una característica de los iniciadores puesto que el éxito de muchos esfuerzos dependen de que se lleven a cabo en un espacio acotado de tiempo. Y si no, pensad lo frustrante que es o puede llegar a ser que vuestro jefe tarde mucho tiempo en tomar una decisión simple ¿no es frustrante? ¡Seguro que os ha pasado![piopialo vcboxed=»1″]Aquello que puedas hacer o sueñes en poder hacer, comiénzalo[/piopialo]

Otra cosa que os quiero contar es que la capacidad de decisión en el contexto de ser un buen líder va muchísimo más allá de lo que creemos. No se trata solo de elegir una dirección y seguirla; previamente tiene que haber un proceso por el cual el líder desarrolle una reflexión aplicada a la decisión final en base a los resultados que éste desea obtener y al conocimiento del entorno y la situación desde la que se parte. Es decir, que para que el líder sea un gran decisor y tenga una gran habilidad como iniciador éste tiene que integrar en su método de trabajo la planificación, la organización y el pensamiento estratégico; acción sin todo esto nos lleva al error.

El filósofo Goethe afirmó algo muy interesante sobre la capacidad de decisión que vale la pena que leáis:

Hasta que no nos comprometemos, hay dudas y la posibilidad de atraer ineficacia. En todas las acciones de iniciativa y creación hay una verdad que, si se ignora, anula numerosas ideas y espléndidos planes: en el momento en que nos comprometemos, entonces la Providencia también se mueve.  Comienzan a pasar cosas que nos ayudan y que de otra forma no habrían pasado.

  LA COMPRENSIÓN DEL RIESGO


Para llevar a cabo ideas, prácticamente [piopialo]siempre hay que aceptar o asumir un cierto nivel de incertidumbre o riesgo.[/piopialo] En términos de probabilidad, siempre podemos decir que hay ciertas posibilidades de que aquello que hayamos planificado previamente no se produzca.

Obviamente, he llegado a la conclusión de que los mejores líderes del mundo siempre tienen que convivir con un cierto nivel de riesgo, y la capacidad de gestionar ese nivel de riesgo es lo que diferencia a un líder mediocre de uno excelente (sin entrar a valorar otras capacidades o habilidades que tienen que poseer los buenos líderes).

Muchas personas opinan que no hacer nada no perjudica tanto a uno como tomar riesgos y fracasar, lo que puede arruinarte para siempre tu carrera profesional. Este pensamiento representa el gran estigma que hay en nuestro país, España, sobre el fracaso. Y es que, en mi opinión, [piopialo]fracasar no es malo si sabes utilizar la experiencia vivida para mejorar[/piopialo] y no cometer los mismos errores. [piopialo]Tomar la iniciativa normalmente implica correr algún riesgo[/piopialo]. [piopialo vcboxed=»1″]Los que toman iniciativas son las personas que finalmente destacan sobre el resto.[/piopialo]

Un buen líder dedica tiempo a que todo su equipo comprenda los riesgos potenciales de tomar la iniciativa, analiza las probabilidades de éxito y encuentra fórmulas para mitigar los efectos secundarios negativos. Cuando todo es comprendido por la organización, el fracaso no es tan grave y el éxito parece increíble.

 

 CONCLUSIONES


[sociallocker id=764]No debes tener miedo al cambio, como siempre digo: [piopialo]no dejes que las ideas se pierdan.[/piopialo] Toma la iniciativa y materializa los pensamientos o ideas que tienes en mente. [piopialo vcboxed=»1″]Se crea haciendo, no mirando.[/piopialo]

Ponte manos a la obra con todas aquellas propuestas que llevan pululando por tu cabeza o por tu empresa durante meses y comprueba in situ si estas propuestas pueden finalizar en algo positivo. Te sorprenderás de la cantidad de ideas que desechamos sin simplemente concederles el beneficio de la duda.

Y por último, si eres el líder de una empresa pon en práctica los consejos que te he dado en el post y fuerza a que se tomen decisiones, seguro que te llevas una increíble sorpresa.[/sociallocker]

Y ahora… ¡Te toca a ti! ¿Qué características piensas que debe tener una persona con iniciativa? ¿Qué haces cuando te bloqueas a la hora de la toma de decisiones? ¿Te ha gustado el artículo?… ¡Espero tu comentario!

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